Lucha contra los residuos de plástico con kayak de mar

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Hace unos días hicimos una preciosa excursión con kayak desde el pueblecito menorquín de Fornells a Cala’n Tosqueta. En esta maravillosa cala, que está protegida por una pequeña isla que lleva su mismo nombre, estuvimos recogiendo algunos plásticos que nos encontramos, inspirados y motivados por el proyecto de Stephan Horch.

El problema de la contaminación de mares, playas y océanos por el plástico es terrible. Da igual dónde vayas, las posibilidades de encontrar un tapón, una botella o una bolsa de plástico en la playa o flotando en el agua son muy elevadas.

El kayak de mar es uno de mis deportes favoritos, porque además de los escenarios y las sensaciones que te regala, es muy sostenible. Si además de disfrutar del deporte, podemos dejar el entorno un poco mejor de cómo nos lo encontramos, la actividad es doblemente gratificante. Os animo a probarlo. Podéis mandarme alguna foto de vuestra acción contra los residuos plásticos, que con gusto la publicaré.

¡Gracias por la inspiración, Stephan!

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Algunos plásticos recogidos en Cala’en Tosqueta en julio de 2017

Proyecto Clean River

Uno de las actividades deportivas que más me gusta es navegar con el Kayak por el mar. Es un deporte silencioso y que no contamina, se desarrolla en un escenario de gran belleza y además es un excepcional entrenamiento… ¿Qué más se le puede pedir?

Desde hace años mi hermano y yo hacemos pequeñas excursiones por la costa de Levante en verano, y por desgracia, cada vez recogemos más bolsas de plástico que flotan en el mar durante estas cortas travesías. Este tipo de contaminación, lejos de disminuir, tengo la sensación de que cada año va a peor.

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Foto: Stephan Horch

Curiosamente, mientras volvía el otro día en un tren desde Berlín, leí en una revista de la Deutsche Bahn un interesante artículo sobre los «Grüne Helden 2015» («los héroes del medio ambiente 2015»). El artículo describía las iniciativas más destacadas de este año, que diversas personas han puesto en marcha en distintos lugares de Alemania, para contribuir a mejorar el medio ambiente. Uno de los protagonistas llamó inmediatamente mi atención con su original proyecto «Clean River». El autor se llama Stephan Horch y su pasión es navegar con el Kajak por los ríos.

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Stephan Horch

Stephan empezó a recoger los residuos plásticos que se iba encontrando durante sus paseos y travesías con el kayak. Como él es diseñador gráfico y artista de profesión, antes de tirar al contenedor las basuras encontradas, se le ocurrió fotografiarlas dándoles un aspecto artístico, para así llamar más la atención sobre este problema.

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Arte con residuos plásticos. Foto: Stephan Horch

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Algunos de los objetos encontrados. Foto: Stephan Horch

Lo que empezó siendo una acción altruista de un aficionado al kayak se convirtió en poco tiempo en un proyecto con bastante resonancia en los medios y en las redes sociales: thecleanriverproject. En septiembre acaba de realizar con éxito su primer Crowdfunding para financiar una travesía de varios días por el Rin, incluyendo exposiciones de sus fotos en varias de las ciudades de paso, con el objetivo de sensibilizar a más personas sobre el problema de los residuos de plástico en la naturaleza.

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Foto: Stephan Horch

En la página web del proyecto, el autor nos anima a involucrarnos activamente para aportar nuestro granito de arena en el solución de este problema. Las propuestas concretas son:

  • Evitar siempre que se pueda las bolsas de plástico, embalajes de plástico y los productos de usar y tirar.
  • Evitar las pastas de dientes y productos cosméticos que contienen micro-plásticos.
  • Evitar los productos que contienen PVC (policloruro de vinilo).
  • Tirar los residuos plásticos siempre al lugar adecuado para su reciclaje o correspondiente tratamiento.

Os añado una última propuesta: informarse activamente de cómo vivir sin plástico, y para ello consultar algunas páginas webs tan interesantes como: sinplastico.es y Zerowastehome.

Aquí tenéis la página de Facebook del proyecto: cleanriverproject

Aquí la web oficial: cleanriverproject

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Foto: Stephan Horch


 

 

Una estación de esquí sin remontes

En el año 2011 la estación de esquí tirolesa de Sonnenplateau Mieming tuvo el valor de apostar por un turismo invernal más sostenible y desmontar los remontes de su estación de esquí. Tras muchas discusiones, finalmente se impuso la idea de posicionarse como lugar de tranquilidad, alejado del circo de las tradicionales estaciones de esquí, y orientarse principalmente a familias y a amantes de la naturaleza.

„InntalMieming02“ von Chianti in der Wikipedia auf Deutsch. Lizenziert unter CC BY-SA 3.0 über Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:InntalMieming02.jpg#/media/File:InntalMieming02.jpg

Mieminger Plateau. Foto: Chianti in der Wikipedia auf Deutsch.

Hay que decir también, que el mantenimiento de los remontes suponía anualmente un lastre económico de unos 200.000 euros para el municipio y para la asociación turística, y estaban tan obsoletos que se requería una inversión de unos 5 millones de euros para su renovación*. Además, con un cambio climático llamando a la puerta, la cifra global de esquiadores estancada desde hace años y la dura competencia con las macroestaciones de esquí, que cada vez amplían más sus dominios, era el momento de buscar una nueva estrategia turística. Aunque todo esto no quita mérito al valor de salirse del tradicional paradigma establecido: ¿una estación de esquí tirolesa a menos de 60 km de Innsbruck sin remontes? ¿Un turismo invernal sin esquí alpino?… ¿Seguirán viniendo los turistas?

Obras de ampliación de Formigal

Estrategia tradicional de las estaciones: ¡más dominio esquiable!, ¡más kilómetros de pistas!…¿Y el impacto ambiental? ¿Y el paisaje en verano?. Foto: ampliación en Formigal, 2004.

Una vez desmontados los remontes, el municipio empezó a promocionarse como un lugar diferente, sin montañas cosidas con cables, alejado del bullicio del esquí alpino, y con una oferta basada en: esquí de fondo, excursiones con raquetas, esquí de montaña, paseos con trineo y un Kinderland. Este Kinderland, que refuerza la oferta para familias, es un lugar donde los niños pueden jugar con la nieve y aprender a esquiar con ayuda de una cinta transportadora.

El esquí de fondo y el esquí de montaña son deportes mucho más sostenibles que el esquí alpino. Foto: Llanos del Hospital, Benasque.

La primera temporada invernal sin remontes fue mala, algunos hoteleros dicen que tuvieron un 20% menos de ocupación. La segunda temporada, 2012/2013 fue bastante mejor y en la temporada 2014/2015 ya se han alcanzado los niveles de ocupación que tenían antes de quitar los remontes*. También ha cambiado el tipo de clientes, con turistas que prefieren encontrarse un ciervo en el bosque mientras pasean con raquetas, a una interminable fila de esquiadores esperando coger el telesilla. Familias con niños y gente mayor son los visitantes que más han aumentado. Además, el municipio ya no tiene el lastre económico que suponía el matenimiento de las antiguas instalaciones, y la belleza del entorno ha mejorado mucho sin las torres ni cables de los telesillas. Esta mejora se hace especialmente notable en los meses de verano, atrayendo a más turistas en la época estival.

Reflexión Final

Menos mal que por fin hay una estación de esquí que apuesta por un marketing diferente y rompe con el tradicional modelo de ofertar más y más kilómetros esquiables, sin tener en cuenta el coste medioambiental y paisajístico que esto supone para el entorno. Menos mal que por fin alguien se atreve a demostrar que se puede ofertar un turismo de nieve mucho más sostenible, sin que dejen de venir los turistas. Menos mal que por fin alguien se atreve a tener ideas nuevas y a renunciar a costosísimas inversiones en telesillas y remontes, que al final, se convierten en «elefantes blancos». Aunque quizás lo verdaderamente costoso sea eso, tener nuevas ideas, romper viejos paradigmas y salir a intentarlo.

*Fuentes:

X:enius/ARTE: Hat Skifahren eine Zukunft? 30.3.2015

Zeit on line – Tirol: Après Skilift, 07.05.2014

2014 International Report on Snow & Mountain Tourism

Discgolf

El pasado fin de semana, durante una bonita excursión en bicicleta por la Schwäbische Alb, tuvimos la oportunidad de probar un divertido y todavía desconocido deporte. La experiencia la realizamos visitando el Discgolfplatz Achalm en la Eninger Weide, y gracias a las amables explicaciones de unos miembros del Discogolfclub Achalm, pudimos practicar y conocer la técnica, así como las reglas básicas del Disc Golf.

¿Qué es el Disc golf?

El Disc Golf es un deporte que está basado en el golf y que se juega con un Frisbee, el cual sustituye los tradicionales palos y bola de golf. El objetivo es realizar un recorrido con el menor número de lanzamientos posible para alcanzar una cesta (ver foto debajo) que hace las veces de «hoyo».

Los campos de Disc Golf suelen tener 9 o 18 hoyos, y en cada uno de ellos se establece un «Par» o número de lanzamientos que normalmente hacen falta para conseguir alcanzar la cesta con el frisbee. En Alemania existen actualmente más de 50 campos de Disc Golf, muchos de ellos están en bosques y la gran mayoría son de acceso libre.

El primer campo de Disc Golf de España se inaguró en Oviedo en 2012 y actualmente existen 2. El primer club español de esta disciplina fue fundado en agosto de 2012 y es el Disco Golf Club Oviedo.

Esta modalidad deportiva es adecuada para cualquier edad y resulta muy económica, ya que un frisbee lo podemos comprar por menos de 20 euros y como he comentado, la mayoría de los campos son de acceso gratuito. Una de las cosas que más me gusta es que se puede jugar en prácticamente cualquier sitio (bosque, parque, playa, etc.) y no es necesario depender de un tradicional campo de golf.

Divertido, barato y «eco-friendly»…¿Qué más se puede pedir?

Más Infos

Discgolf Frisbees

Los Frisbees que se utilizan son más pequeños y más pesados que los tradicionales.

 

Discgolfplatz Achalm

Campo de Disc Golf en Achalm: público y con 18 hoyos.

 

Discgolf Achalm

Un jugador durante el «Putt», el último lánzamiento del recorrido.

 

Discgolf Zielkorb

Cesta que hace las veces de hoyo de golf.

 

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Par 3: con 3 lanzamientos debemos alcanzar la cesta.

El esquí de montaña: alternativa sostenible al esquí alpino

El esquí de montaña, también conocido como esquí de travesía o esquí alpinismo, es un deporte en el que únicamente ayudados por los esquís podemos subir y bajar montañas. ¿Subir montañas con los esquís? Pues sí, en esta disciplina podemos ascender sin que sean necesarios los remontes, ni los telesillas, ni telecabinas, ni nada parecido. Lo único que nos hace falta son unas “pieles de foca”, pero tranquilos que tampoco hay que matar ningún animal para conseguirlas.

El esquí alpino es un deporte que desde el punto de vista ecológico es muy poco sostenible. Necesita mucha energía para el funcionamiento de los remontes mecánicos, para la fabricación de nieve artificial con cañones y para la preparación diaria de las pistas con unas enormes máquinas llamadas  pisapistas o ratacs. La fabricación de nieve artificial también hace uso de grandes cantidades de agua, hasta el punto de tener que construir pequeños embalses que puedan abastecer debidamente los cañones. Una estación de esquí requiere de muchísima superficie, en un entorno ecológicamente valioso, para la construcción de enormes parkings y del máximo de kilómetros posible de pistas. Por último, el desplazamiento de los miles de esquiadores con sus coches cada temporada emite una gran cantidad de CO2 a la atmósfera, aunque este problema también lo tenemos con el esquí de montaña, siempre que no usemos alternativas más ecológicas como el transporte público o compartir el coche.

Foto: Luis Royo.

 Foto: Luis Royo.

El esquiador de montaña no necesita estaciones de esquí, ni consume energía eléctrica, ya que puede desplazarse por casi cualquier terreno nevado impulsado únicamente por su esfuerzo, aunque esto implica que se deben tener unos profundos conocimientos de montaña para poder evitar los peligrosos aludes y otras amenazas propias de este entorno invernal. Ni los cañones, ni los ratacs, ni los telesillas están invitados a la fiesta del esquí de montaña.

Más sano, más bonito, más barato, más sostenible y alejado de las masas de esquiadores alpinos, entonces… ¿Por qué es tan poco practicado el esquí de montaña? En primer lugar es desconocido, además es físicamente más exigente y técnicamente mucho más complejo. El esquiador de montaña debe dominar la técnica de ascenso, el descenso en todo tipo de nieves  y tener unos buenos conocimientos de alpinismo que le permitan solventar las diversas situaciones que se puede ir encontrando.

El esquí de montaña de competición fue olímpico desde los Juegos de Invierno en Chamonix 1924 hasta 1948. La “Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo” (UIAA) quiere que se incluya nuevamente en el programa olímpico en los Juegos de 2018.

Para todos aquellos interesados en probar esta modalidad, les sugiero que busquen un curso en un club de montaña y que se informen en la Federación de Montañismo de su Comunidad Autónoma.